En la Universidad CEU San Pablo tenemos un numeroso claustro docente que destaca por su dedicación y experiencia.  Acompáñanos a conocer a algunos miembros de nuestros equipos y su opinión sobre la profesión en este Día de los Docentes, el 5 de octubre.

EL DOCENTE INVESTIGADOR

Coral Barbas, catedrática de Química Analítica y directora de la Escuela Internacional de Doctorado CEINDO CEU.

Docencia e investigación no son dos conceptos contrapuestos, sino absolutamente complementarios. No existe el profesor universitario no investigador, aunque su investigación no la realice buscando nuevos descubrimientos, sino nuevas maneras de aproximar el conocimiento a sus alumnos y nuevas formas de reflexión sobre los conceptos que explica, que es otra forma de investigar.

Es cierto que, como el tiempo es limitado, el profesor a veces se encuentra en la disyuntiva de que la investigación científica, extremadamente competitiva, le absorbe mucho tiempo, difícil de compatibilizar con una elevada dedicación al alumno. Pero…las cosas que valen nunca son fáciles.

La responsabilidad hacia el alumno y hacia la sociedad es enseñar aquello que se conoce en profundidad y se maneja, no podemos ser profesores de haber leído en un libro o buscado un video, porque leer sabemos todos. El conocimiento progresa en la actualidad con tal rapidez, que en algunas áreas en 10 años nada de lo que se maneja en el mundo real lo aprendió el profesor en un aula, sino en su trabajo investigador.

El verdadero MAESTRO es el que vive lo que explica y por ello lo transmite con veracidad y pasión. La enseñanza que parte de la reflexión, el estudio y el trabajo de primera línea es una enseñanza llena de entusiasmo, más sincera y capaz de enganchar al alumno y no hay medios digitales que puedan por si mismos lograr eso.

La universidad tiene una doble función social, transmitir conocimiento, pero también crearlo y no podemos/debemos renunciar a la mitad de nuestra función porque nuestra tarea quedará claramente desdibujada.

EL DOCENTE TECNOLÓGICO

Ricardo Palomo, catedrático de Economía Financiera y delegado de la Rectora para la Transformación Digital.

Un buen docente es el resultado de la combinación de conocimientos y de habilidades para transmitirlos. Para que una sesión de clase “funcione”, necesita ingredientes de metodología, de pedagogía y de empatía. En los últimos años y, en particular, desde el inicio de la pandemia, la tecnología se ha convertido en el nuevo ingrediente esencial de la docencia, en la herramienta que permite desplegar esas cualidades metodológicas y pedagógicas. Ahora bien, la tecnología no es el fin, sino el medio que puede ayudar a transmitir mejor -o de otra forma- los conocimientos; e incluso, el medio para que los docentes se adapten al nuevo perfil de los estudiantes de la era digital.

La tecnología es un canal de innovación casi infinito. Las pizarras digitales, las cámaras integradas en las aulas, las aplicaciones de software para las videoclases y, también, la creciente gestión digital administrativa permiten innovar y adaptar la docencia a la sociedad digital del siglo XXI. Además de una herramienta, la tecnología comienza a destacar en los programas formativos, pues las competencias tecnológicas empiezan a ser clave en el ejercicio de cualquier profesión. La inteligencia artificial, la computación en la nube, Blockchain, big data y otras están siendo ya herramientas cotidianas en profesiones como la abogacía, la gestión financiera, el marketing y otras muchas que no son estudios de base tecnológica.

La apuesta del CEU por programas de formación en estas tecnologías añade un maridaje con compañías como Amazon, Microsoft o SAS, entre otras, para que la enseñanza superior permite también el acceso a certificaciones profesionales internacionalmente reconocidas.

EL DOCENTE INTERNACIONAL

Ainhoa Uribe, vicerrectora de Internacionalización. 

Ser profesor hoy implica estar abierto al mundo en un sentido amplio. El mercado laboral es internacional porque todas las empresas y entidades, ya sean públicas o privadas, dependen de las dinámicas propias de nuestra interconexión a un mundo global. Por ello, tenemos que internacionalizar el currículum de nuestros estudiantes y también el de los profesores. Los docentes debemos estar abiertos a nuevos métodos de aprendizaje y a dinámicas de investigación colaborativas, que nos permitan interactuar con equipos y socios de terceros países, para explorar nuevos horizontes en el ámbito educativo.

Una universidad ha de ser necesariamente internacional, lo que supone adoptar una visión multicultural. Para ello se pueden seguir muy diversas estrategias: Los profesores debemos integrar a los alumnos extranjeros, fomentar el trabajo de equipo entre los estudiantes nacionales y los no nacionales y animarlos a todos ellos a realizar intercambios en terceros países. En paralelo, los profesores podemos participar como docentes en movilidades internacionales, ya sean docentes o de investigación, así como intentar conectar nuestras aulas con colegas extranjeros, para desarrollar nuevas estrategias docentes, que permitan poner en práctica competencias útiles para el mercado laboral del siglo XXI, como el trabajo en un equipo internacional o la presentación y desarrollo de proyectos en un idioma extranjero. Interactuar con terceros nos enriquece a todos, por lo que el docente debe tener una clara vocación internacional.

EL DOCENTE COMPROMETIDO CON LA SOCIEDAD /VOLUNTARIADO

Covadonga Lorenzo, directora del FabLab Madrid CEU, el laboratorio de fabricación digital de la Universidad CEU San Pablo.

Me gustaría resaltar la importancia de transmitir a los alumnos su enorme potencial como agentes transformadores de la sociedad y la importancia de adquirir conocimientos que les permitan mejorar el mundo que les rodea. Para ello, en el laboratorio de fabricación digital de la Universidad CEU San Pablo tratamos de crear espacios de trabajo colaborativos, en los que tengan lugar dinámicas de aprendizaje que fomenten proyectos e ideas innovadoras que puedan llegar a impactar de forma positiva en nuestra sociedad.

Con proyectos enfocados a resolver necesidades de tipo social, empleando nuevas tecnologías en los distintos programas académicos que impartimos hemos conseguido enriquecer la experiencia educativa de los estudiantes, promover el comportamiento cívico y animarles a la implicación social. Proyectos solidarios, programas de cooperación internacional, actividades colaborativas de impacto social, proyectos de innovación docente para fomentar la inclusión de personas con distintas capacidades y el trabajo con las ONG y fundaciones ha permitido a nuestros estudiantes participar activamente en la transformación de nuestro entorno, asumiendo la responsabilidad que nos compete a todos en la lucha por una sociedad mejor y más igualitaria.

EL DOCENTE HUMANISTA

Armando Zerolo Durán, profesor de Filosofía Política y del Derecho.

En la educación hay una tensión irresoluble entre la soledad ascética del alumno que se enfrenta a la realidad, y la presencia de un otro radicalmente diferente que le enseña el camino, es una tensión entre la soledad y la compañía. Parece que la presencia del maestro pudiera violentar la pacífica contemplación del alumno, que irrumpiese en un espacio sagrado de intimidad para introducir una disrupción. Las tesis constructivistas que postulan el conocimiento como un ovillo enredado dentro del alumno del que solo tiene que tirar para construirlo entienden que la presencia de un adulto rompe el hilo de la madeja y estropea el tapiz que todo niño lleva dentro.

El maestro se conmueve al mismo tiempo que el alumno cuando la verdad acontece en el diálogo que mantienen juntos. Este acontecer de la verdad en un diálogo es el resultado de un arte que hay que saber practicar. El maestro muestra a su alumno que, si se fía, y en la confianza está el origen de una verdadera relación maestro-discípulo, se puede abrir ante él un mundo sorprendente al que nunca hubiese llegado por sí solo. Descubre que la verdad es un acontecimiento que se produce cuando la realidad viene al encuentro de la persona. Es el momento del parto, en el que tanto la matrona como la madre se sorprenden ante una novedad radical. Maestro, alumno y realidad quedan amistosamente unidos por el acontecer de la verdad.