El sábado 5 de octubre se celebra el Día Mundial del Docente. La directora del Máster Universitario en Formación para Profesor de ESO y Bachillerato de la Universidad CEU San Pablo reflexiona sobre cómo debe ser el docente del siglo XXI.

El mundo está experimentando profundas y rápidas transformaciones promovidas por la Sociedad de la Información y del Conocimiento. Cambios que también se viven en el mundo educativo y que exigen a los docentes nuevas competencias profesionales. Un nuevo concepto del rol del profesor, necesario para dar respuesta a la formación integral del individuo de nuestra sociedad.

Ante esta nueva situación y, con motivo del Día Mundial del Docente que se celebra mañana sábado, 5 de octubre, la directora del Máster Universitario en Formación para Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato de la Universidad CEU San Pablo, Cándida Filgueira, resume algunos de estos cambios a los que se enfrentan los docentes:

Los maestros y profesores deben ser facilitadores, acompañantes y asesores del saber práctico, funcional y dinámico. Su formación debe ser continua y en constante adaptación y cambio. La interrelación establecida con el alumno debe estar guiada hacia el desarrollo de sus capacidades y aptitudes y hacia un entorno que favorezca el propio descubrimiento de sus procesos de aprendizaje para, posteriormente, saber emitir juicios y opiniones acordes con el conocimiento construido.

El docente del siglo XXI debe saber gestionar aprendizajes, es decir, ser gestor del conocimiento compartido, a través de metodologías activas que potencien la empatía, la emoción y el afecto. Asimismo, debe ser líder que oriente y que dé sentido al esfuerzo de sus alumnos para fortalecerlos. Debe estar en constante investigación y descubrimiento, con el objetivo de saber enseñar a pensar y a descubrir el entorno personal y externo de sus alumnos. Debe, en definitiva, construir proyectos integrales que motiven la orientación y el desarrollo en el proyecto profesional del estudiante como parte integrante de una nueva sociedad.

Con todo, también es relevante indicar la consideración de otros factores que van a poner en valor el proceso de enseñanza-aprendizaje, tales como: la consecución de los nuevos estándares de aprendizaje, la correcta aplicación de la investigación-acción para la actualización y mejora de la propia profesión, y por último, el saber gestionar la aplicación de las tecnologías que van a permitir incentivar y mejorar la labor docente.