Para Paula Serrano, antigua alumna del Doble Grado en Historia e Historia del Arte, era muy importante elegir una institución que compartiera los valores que le habían inculcado desde pequeña. Además, buscaba una atención y trato personalizados. De ahí, que eligiera la Universidad CEU San Pablo para formarse y prepararse para su futuro profesional. Ahora, Paula nos relata cuál ha sido su trayectoria.
Cuéntanos ¿por qué decidiste estudiar en el CEU?
El CEU no era algo nuevo para mí, ya que mi madre estudió aquí, en el CEU San Pablo, y siempre me había hablado muy bien de su paso por la universidad. Además, consideré vital para mi formación escoger una institución que compartiera los valores del humanismo cristiano que se me habían inculcado desde pequeña.
¿Qué te hizo escoger el Doble Grado en Historia e Historia del Arte?
Siempre he sentido un gran interés por la Historia y el Arte. Aunque en un principio dudé respecto a las posibles salidas laborales que pudiera tener, tuve la suerte de que mis padres me empujaran a escoger un grado que realmente me apasionara. Cuando comencé no sabía a qué me quería dedicar, pero a lo largo de la carrera fui descubriendo qué áreas me atraían más y comencé a orientar mis estudios hacia esa dirección.
¿Cómo ha sido tu experiencia en la universidad?
Mi experiencia fue muy enriquecedora. En concreto, destacaría el trato personalizado que se recibe. Los alumnos no somos un número más. Se valora la situación y las necesidades de cada uno.
Y, ¿qué destacarías de tus estudios?
En el caso de las titulaciones de Humanidades se organizan numerosos viajes y escapadas a obras de teatro, exposiciones y galerías. Además, al tratarse de grupos tan reducidos, gran parte de las clases se desarrollan en espacios relevantes como el Museo del Prado, o en el Museo Arqueológico Nacional. Por otro lado, las instalaciones están muy cuidadas y la ubicación en pleno centro de Madrid no podría ser mejor. E cuanto al profesorado, es inigualable y el trato personalizado es lo que verdaderamente marca la diferencia. Hoy en día, sigo en contacto con la mayoría de mis profesores.
¿Qué puedes contar de la vida universitaria?
He disfrutado muchísimo más de lo que pudiera imaginar. Creo que es una de las mejores etapas de la vida y es muy importante formar parte de una institución que no sólo te forme en materia académica, sino también a nivel personal.
“La vida universitaria es una de las mejores etapas. Es muy importante formar parte de una institución que no sólo te enseña en materia académica, sino también a nivel personal”
¿Has tenido prácticas en empresa? ¿Cómo han ido?
En mi caso, realicé prácticas en un museo. La Universidad no tenía ningún tipo de convenio firmado con el centro, pero el servicio de Carreras Profesionales gestionó el trámite sin ningún problema. En las prácticas he aprendido a trabajar en equipo y a adaptarme a las nuevas situaciones que me voy encontrando en mi entorno laboral. De hecho, recomiendo a todos los alumnos hacer prácticas. Es un valor diferenciador.
Ahora que has finalizado los estudios, ¿cómo se ve el futuro?
Nada más graduarme comencé a trabajar como profesora de Historia en un colegio, al tiempo que cursaba un máster en Historia Contemporánea. Tengo claro que en un futuro me gustaría dedicarme a la investigación en el ámbito político.
Y para terminar, ¿qué consejo darías a los futuros graduados en el área de Humanidades?
Las Humanidades son poco valoradas en nuestra sociedad actual. Animaría a los futuros egresados a continuar formándose y a perseguir su vocación. Las Humanidades abren muchas más puertas de las que creemos en el ámbito profesional y, a nivel personal, te permiten adquirir una visión del mundo muy enriquecedora.
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