Si a ti también te ocurre que al llegar los exámenes te invade una sensación de angustia, ¡tranquilo! No eres el único al que esto le sucede y tiene solución.
Como dice Julio de la Iglesia, Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) “el miedo es una emoción necesaria que no es ni buena ni mala”. Por lo tanto, no te preocupes por sentir miedo a los exámenes, sino por el hecho de que éste sea un miedo tóxico que pueda paralizar y limitar tus objetivos.
Aquí te damos algunas herramientas para enfrentarte a los exámenes sin miedo:
Descubrir nuestra motivación por aprobar el examen
¿Cuál es la motivación que nos empuja a superar el examen? Según Julio de la Iglesia “Cuanto más grande sea la motivación, más pequeño haremos al miedo”.
Ten en cuenta que la motivación de cara a un examen puede ser desde disfrutar de un verano sin obligaciones o conseguir una beca, hasta llegar a convertirte en el profesional que habías soñado.
¡Puede ser cualquier cosa! El caso es que encuentres el “para qué» y sea lo suficientemente importante como para que estés dispuesto a ir a por todas. Pues como dice Julio, “cuando conectamos con nuestra misión, nuestra pasión o identidad, es cuando desarrollamos todo nuestro potencial”.
Control emocional de la situación para evitar el miedo al examen
Trabajar en el control emocional es fundamental para estar más tranquilo llegado el momento del examen, para ello es imprescindible tomar conciencia de los pensamientos y emociones que tenemos ante la prueba que vamos a realizar.
Piensa qué es lo que te da verdaderamente despierta la fobia a examinarte: no saber las respuestas, suspender, defraudar a alguien, no poder pasar al siguiente curso…
Seguramente algunas de las respuestas sean meras suposiciones de las consecuencias negativas de algo que aún no ha ocurrido, pero aceptando que es normal estar inquietos o nerviosos al imaginar un examen, pensaremos qué podemos hacer para relajarnos de cara a la llegada del mismo. Lo más importante:
- No ser demasiado severo con uno mismo, pues solo generará más estrés y por tanto bloquear todo pensamiento que diga “no puedo, no valgo”.
- Darse autoinstrucciones positivas: frases motivadoras y reforzantes («Tú puedes aprobar el examen»).
- Pensar en los exámenes como en simples pasos en nuestro proceso de aprendizaje y no como pruebas determinantes para nuestra carrera.
- Poner la atención en el instante presente, sin dejarse llevar por la imaginación (y si suspendo, y si no me acuerdo de algo, etc.).
Contrastar la información que tenemos sobre la prueba
Como dice el TEDAX “La motivación sin competencia lleva al error. Me convierto en un tonto motivado.” Así que es importante saber qué materia entra en el examen y tener la seguridad de que la conocemos a la perfección. Es decir, hay que ir al examen con los deberes bien hechos. Para ello, antes de la fecha habrá que:
- Organizarse para estudiar la asignatura (mejor con la ayuda de un calendario).
- Apoyarse en el profesor tanto para consultar el temario que entra en la evaluación, como la forma de evaluar y prepararse las pruebas.
- Realiza simulacros de examen (con tiempo).
- Contrastar con otros compañeros los apuntes de la asignatura y la preparación que están llevando a cabo.
Coraje a la hora de realizar el examen
Para Julio de la Iglesia “La mejor garantía de éxito es la formación, el entrenamiento y el coraje” por lo que, si ya tienes claro cómo va a ser el examen, has estudiado la materia y preparado el temario, solo te queda afrontarlo con valentía y determinación. Pues si estás tranquilo y la información que tenías sobre el examen era cierta, ¡estate seguro de que lo vas a bordar!
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