Psicólogo infanto-juvenil: una vocación necesaria para el futuro de la salud mental
Hoy más que nunca, encontramos noticias sobre el aumento de los trastornos emocionales en adolescentes, el uso indebido de las redes sociales, el incremento del consumo de pornografía, los temidos trastornos de conducta alimentaria, la autoexigencia académica o el comenzar a fumar vaper a los 12 años. Ante este panorama, el psicólogo infanto-juvenil juega un papel clave en la comprensión, prevención y acompañamiento emocional de niños y adolescentes, ayudando a crear entornos más seguros y saludables para su desarrollo.
El debate social y sanitario
Ante esta realidad, la salud mental infantil y juvenil se encuentra en el centro del debate social, educativo y sanitario, surgiendo varias preguntas: ¿Qué podemos hacer? ¿Quién está ayudando emocionalmente a estas nuevas generaciones? ¿por qué aparecen estos problemas o trastornos?
Necesidad de profesionales especializados en salud mental infantil
Existe una creciente demanda de profesionales especializados que no solo entiendan el desarrollo psicológico en niños y adolescentes, sino que puedan intervenir con eficacia, generando buen rapport con los menores y los padres. Además, es muy importante el poder desarrollar programas de prevención para reducir los problemas que pueden surgir en esta etapa.
Datos que alarman sobre la salud mental juvenil
Indicadores preocupantes
En los últimos años, los indicadores sobre salud mental en la infancia y adolescencia han disparado las alarmas poniendo conciencia en la importancia de la salud mental de nuestros jóvenes.
Estadísticas recientes
Según datos recientes de la OMS, uno de cada siete adolescentes a nivel mundial sufre un trastorno mental diagnosticable. En países como España, los casos de depresión y ansiedad en menores de edad han aumentado significativamente, al igual que las autolesiones, las ideaciones suicidas y los trastornos del comportamiento alimentario.
Falta de respuesta adecuada
Aunque se está avanzado en visibilizar estos temas, sigue existiendo un importante desfase entre lo que los jóvenes necesitan y lo que reciben. Las listas de espera en salud pública, y/o el desconocimiento social sobre cómo abordar y prevenir estos temas hacen evidente la necesidad urgente de contar con el acompañamiento de un psicólogo infanto-juvenil, especializado en esta etapa clave del desarrollo.
¿Qué hace un psicólogo infanto-juvenil?
Ámbitos de intervención
El trabajo del psicólogo infanto-juvenil no se limita sólo a estar en una consulta. Es un profesional que interviene a nivel sanitario, educativo, familiar y social.
Funciones principales
Evalúa, diagnostica, orienta, previene y trata, a través de la escucha y comprensión y adaptando sus intervenciones a las realidades y diferencias individuales de cada niño y adolescente.
Competencias y habilidades requeridas
El psicólogo infanto-juvenil es un perfil profesional con diferentes aptitudes como:
- Escucha activa y comunicación adaptada
- Empatía y conexión socioemocional
- Paciencia y tolerancia
- Respeto, no juzgar
- Flexibilidad y creatividad
- Responsabilidad profesional
- Trabajo multidisciplinar y sistémico
- Vocación por la psicología infanto-juvenil
¿Por qué especializarse en infancia y adolescencia?
Una etapa decisiva para la vida adulta
Durante la infancia y la adolescencia se construyen las bases emocionales, cognitivas y sociales que acompañarán a la persona durante toda su vida adulta.
Impacto positivo de la intervención temprana
Prevenir e intervenir a tiempo puede cambiar el desarrollo negativo de un menor. Ayudar a un niño a poner palabras a su sufrimiento, a una adolescente a reconstruir su autoestima positiva, o a una familia a comunicarse mejor… son retos que acompañan al psicólogo infanto-juvenil.
Una especialidad gratificante
Al mismo tiempo, es una de las áreas más gratificantes dentro de la psicología. Ver el progreso de un niño, la recuperación de la esperanza en un adolescente, o el cambio positivo en una familia que aprende a comunicarse mejor, son logros que dan sentido profundo a la práctica profesional.
¿A quién va dirigida esta especialización?
Retos del trabajo con menores
Trabajar con menores implica estar preparado para enfrentarse a temas tan complejos como problemas menores o trastornos psicológicos que afectan al menor y a su entorno, y que a veces no son fácilmente reconocibles.
Elección del grupo etario
Aunque hablamos de infancia y adolescencia como un continuo, muchos profesionales eligen enfocarse sólo a una población concreta. Algunos profesionales se sienten más cómodos trabajando con niños y otros prefieren dedicarse a la etapa de la adolescencia.
El perfil del futuro psicólogo infanto-juvenil
Lo importante es encontrar el área en la que puedas conectar mejor y aportar más.
Si estás estudiando Psicología o sientes interés por los niños y adolescentes, esta especialización puede ser tu elección. Requiere vocación, sí, pero también una excelente formación, buenas habilidades y aptitudes y por supuesto, muchas ganas.
La urgencia de formar profesionales comprometidos
Sin duda, los problemas de salud mental en la infancia y adolescencia son un tema actual, y si queremos construir una sociedad más sana y empática, necesitamos profesionales que se formen, se impliquen y trabajen con y para las nuevas generaciones.
La pregunta es: ¿quieres ser tú uno de ellos? Como psicólogo infanto-juvenil, podrás marcar una diferencia real en la vida de niños, adolescentes y sus familias, guiándolos en su desarrollo emocional y contribuyendo a construir una sociedad más sana y empática.
Autora: Dra. Ana Jiménez Perianes, Directora del Máster de Formación Permanente en Psicología de la Salud Infanto-Juvenil
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