La medicina y los tratamientos estéticos han evolucionado en los últimos años gracias a los avances en tecnología en los diversos tipos de láser que nos permiten tener procedimientos más precisos, seguros y con resultados más duraderos. Pero es probable que te hayas preguntado alguna vez qué es realmente un láser, cómo funciona y en qué clase de intervenciones se emplean. Continúa leyendo y da respuesta a esta y otras preguntas.
Introducción al láser en estética
Definición de láser
La palabra láser proviene del inglés Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation, que se traduce como «amplificación de luz por emisión estimulada de radiación». Es decir, un láser es una fuente de luz altamente concentrada y precisa que se usa en la tecnología para diversos usos y campos. En la estética, es una de las herramientas más empleadas para el tratamiento de la piel y otros tejidos, ya que se puede emplear de forma muy controlada.
Cómo funciona el láser
El láser tiene distintos usos dependiendo del resultado que se quiera obtener. La emisión de luz en una longitud de onda determinada incidirá en diferentes tejidos de forma distinta a través de la producción de calor, ya sea eliminando el vello en el cuerpo o cara, reduciendo la melanina en manchas o estimulando la producción de colágeno. El láser es una herramienta tan precisa que es capaz de solo afectar al tejido o área a tratar de forma particular sin dañar otras estructuras, lo que lo hace eficaz y, sobre todo, seguro para emplearlo en diversos tratamientos de estética.
Tipos de láser utilizados en tratamientos estéticos
Hay varios tipos de láser en tratamientos estéticos. La elección de unos u otros, dependerá del problema a tratar y de las características del paciente, pero se dividen principalmente en:
- Láseres ablativos: Este tipo de láseres son algo más invasivos en comparación con otros, ya que eliminan las capas externas de la piel para estimular una regeneración de la epidermis, mejorando así la calidad de la dermis general. Se usan generalmente para tratamientos de rejuvenecimiento fácil y de eliminación de cicatrices y arrugas. Este tipo de láseres tienen un problema principal y es que, al eliminar capas de la piel, el paciente tiene que pasar por una fase de rojeces, costras y hasta moratones antes de ver el resultado final. Los láseres ablativos más conocidos son los láseres de dióxido de carbono (CO2) y el láser Er:YAG (Erbio).
- Láseres no ablativos: La principal diferencia con los láseres ablativos es que los no ablativos no eliminan las capas externas de la piel, haciendo una penetración más profunda, estimulando las células que se encuentran en las capas más internas de la piel. Al producirse estos cambios a un nivel interno, puede tardar más tiempo en verse sus resultados, siendo por lo tanto menos cortoplacistas que los láseres ablativos. Algunos de los láseres no ablativos más utilizados incluyen el láser Nd:YAG y el láser de diodo.
Aplicaciones del láser en tratamientos estéticos
Como hemos comentado, el uso del láser en estética se emplea en diversidad de tratamientos, entre los que se encuentran:
- Depilación láser: Este tipo de depilación lleva años ampliamente extendido para eliminar de forma permanente los folículos pilosos y eliminar así el vello en cuerpo y cara. El láser más empleado para la depilación suele ser el de diodo.
- Rejuvenecimiento facial: Es uno de los usos más comunes del láser, ya que este permite mejorar el tono, textura, aspecto y elasticidad de la piel, tratando arrugas, flacidez y líneas de expresión y estimulando la producción de colágeno para renovar la piel.
- Eliminación de manchas y cicatrices: Existen varios motivos por los que una piel puede tener manchas y cicatrices, como la exposición al sol, las marcas de acné o heridas que no han curado de la mejor manera. Para la hiperpigmentación, se suelen emplear láseres Q-Switched o de luz pulsada, mientras que, para las cicatrices, que suelen tener más profundidad, se emplean láseres ablativos.
- Tratamientos vasculares: Los tratamientos vasculares se realizan a las personas que tiene problemas de varices, capilares rotos o en los vasos sanguíneos. Uno de los láseres más empleados para este tipo de tratamientos es el Nd:YAG y los láseres de colorantes pulsado.
4 beneficios de los tratamientos láser
El uso de láseres como tratamiento tiene múltiples ventajas que han abocado por su aceptación y popularidad al dejar una piel rejuvenecida.
- Resultados duraderos: El láser es una herramienta precisa que trata los problemas de piel en profundidad, lo que provoca que los resultados se mantengan en el tiempo y sean duraderos e incluso permanentes como ocurre, por ejemplo, con la depilación láser.
- Procedimientos mínimamente invasivos: Una de las ventajas más agradecida por los pacientes es que son procedimientos mínimamente invasivos y no requieren anestesias generales ni cirugías con incisiones, a diferencia de las cirugías estéticas. Además, también tiene ventajas para el médico, ya que también minimiza los riesgos del procedimiento.
- Recuperación rápida: En general, los tratamientos láseres suelen permitir una recuperación rápida, incluso pueden retomar su actividad del día a día en unos pocos días, lo cual supone uno de los grandes atractivos de este tipo de tratamientos.
- Versatilidad y personalización: Gracias a los avances tecnológicos y a que existen múltiples tipos de láser diferentes diseñados para cada problema, cada vez es más sencillo realizar tratamientos personalizados diseñados para cubrir las necesidades de cada paciente, lo que aumenta la satisfacción de estos con los resultados obtenidos.
Consideraciones de seguridad y efectos secundarios
Indudablemente, los tratamientos láser, al igual que cualquier otra intervención médica tiene ciertos riesgos y pueden causar algunos efectos secundarios a pesar de su alta seguridad como procedimiento.
- Importancia de la formación profesional: Los tratamientos de todos los tipos de láser deben ser realizados por expertos especializados y capacitados en el tratamiento, en la gran mayoría de los casos, se requerirá que se haga de la mano de médicos estéticos. Un mal uso del láser puede provocar quemaduras, hiperpigmentaciones y otros daños permanentes.
- Posibles efectos secundarios: En ocasiones, algunas pieles más sensibles pueden tener efectos secundarios. Entre los más comunes están el enrojecimiento, la inflamación o una sensibilidad más alta que suelen desaparecer en pocos días. En cualquier caso, será el especialista quien indique como se debe proceder sobre estos efectos secundarios.
- Cuidados post-tratamiento: Aunque el tratamiento con los distintos tipos de láser es mínimamente invasivo en general, no debemos olvidarnos de que no deja de ser una alteración sobre la piel y que debemos protegerla de agentes externos. Se suele recomendar el uso de protector solar en la zona tratada y una correcta higiene, así como seguir todas las pautas de los especialistas para optimizar los resultados finales.
Especializarse en medicina estética y en láser
Para ejercer como médico estético experto en láser, se requiere una especialización que se puede obtener realizando un Máster en Técnicas Avanzadas Estéticas y Láser.
La formación de posgrado en esta área que ofertamos en la Universidad CEU San Pablo te prepara para comprender en profundidad y hacer un uso correcto de los diversos tipos de láser que hay actualmente en el mercado, pudiendo tratar pacientes y casos reales.
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